viernes, julio 13, 2007

perplejo, realmente perplejo

En el aula de dibujo de mi instituto tenían archivados varios tomos del desaparecido periódico franquista "Arriba". Siempre pensé que el dibujo era una derivación del arte de calcar, cuando lo llamaban artístico, y una lucha con los ingobernables rotrings cuando lo llamaban técnico. Y me pasaba parte de la clase leyendo aquellos periódicos amarillentos repletos de loas al régimen y ataques a todo tipo de conspiradores. Hoy, la columna de Umbral en el Mundo me ha recordado el tufillo hasta gracioso de lo que allí leía.

Cuando sólo suena en la calle el silencio político de los rivales, he aquí que un político eminente con dotes económicas e imaginación creadora se pone en marcha y a la cabeza de las iniciativas. Nos referimos a Mariano Rajoy, que está consumando un planteamiento fiscal como cumbre de su actuación e iniciativa de todo el panorama que él controla u orienta más o menos.... .... Este programa nace del hombre más ecuánime de la política española, un personaje atractivo en sus ofertas fiscales y buen guardian de sus propias iniciativas....

... Todo esto parece que suena a utopía, pero la nitidez de las propuestas y la entidad de ese apóstol de la honradez que es Rajoy, nos garantizan un futuro digno de ser asumido y un ejemplo de vida en común que pronto pudiera empezar a ser realidad....

Esto puede ser hasta gracioso, pero queda un regusto amargo al comprobar una vez más lo malos que pueden ser los años. Es que a ratos está hasta mal escrito: Nos referimos a Mariano Rajoy, que está consumando un planteamiento fiscal como cumbre de su actuación e iniciativa de todo el panorama que él controla u orienta más o menos. Sí, se puede escribir "Mortal y Rosa" y terminar haciendo esto. Umbral presumía de que si no le salía la columna en diez minutos es que no era buena. Ahora parece que si le sale en diez minutos es que es mala. Eso o que tiene un negro y se le ha desbocado.

Esto es lo que decía Pérez Reverte de su amigo Umbral.

jueves, julio 05, 2007

luchando con gatos III


(viene de aquí)

Los dueños de gatos pueden convertirse en seres irracionales, como sus mascotas, así que es mejor no ensañarse demasiado. Pero no lo puedo evitar. Busquemos argumentos fríos y desapasionados, como las cifras (salvo cuando te sale a pagar la declaración de la renta). Si uno escribe “hate cats” en google salen como 134.000 resultados Si escribes “hate dogs” 51.000 . ¿Alguien puede ir contra la verdad suprema que emana de google? Y no admito una respuesta por respuesta.

Eso sí, si escribes en google “odio a los perros” y “odio a los gatos”, así, en castellano, te salen más resultados con los perros. ¿Pero qué sabe de animales un país que permitió que Ángel Cristo tuviera un circo?

Luego están los poetas. Aparte de las chicas solitarias los poetas también suelen tener gatos. Aunque comienzo a creer que los gatos suelen tener poetas. Los poetas, en defensa de sus gatos te citan a Baudelaire, ese señor que iba constantemente fumado de hachís, que por entonces le traían sin cortar y a buen precio. ¿Quién no se acuerda de “el gato negro”, de Poe? Conozco a cientos de personas que no se acuerdan. Pero a lo que vamos, en “el gato negro” el malo era un gato.

Los poetas también te pueden citar a Verlaine, que además de a Rimbaud, tenía un gato. Tengo la teoría (difícil de defender, eso sí) de que Rimbaud era un gato. Francisco Umbral, esa bufanda con señor que escribe desde hace años el mismo artículo en el Mundo y piensa que un día fue Francisco Umbral, también le ha dedicado varias loas a los gatos.

Ah, aquellos días de la posguerra, donde nació el dicho de “darte gato por liebre” y nació por algo. (el “ah” es nostálgico).

Y ahora tengo que enfrentarme a unos cinco gatos ladrones. He decidido acecharlos tras la puerta de la cocina con un vaso de agua fría y tirársela cuando entren. Confío en que al final, puro conductismo, terminarán asociando nuestra cocina con “agua fría”.

Hay días en los que pienso que sería conveniente que dejara el pueblo y regresara ya a Madrid.

pd: en la foto uno de los gatos ladrones al acecho. Los estoy vigilando.