jueves, julio 05, 2007

luchando con gatos III


(viene de aquí)

Los dueños de gatos pueden convertirse en seres irracionales, como sus mascotas, así que es mejor no ensañarse demasiado. Pero no lo puedo evitar. Busquemos argumentos fríos y desapasionados, como las cifras (salvo cuando te sale a pagar la declaración de la renta). Si uno escribe “hate cats” en google salen como 134.000 resultados Si escribes “hate dogs” 51.000 . ¿Alguien puede ir contra la verdad suprema que emana de google? Y no admito una respuesta por respuesta.

Eso sí, si escribes en google “odio a los perros” y “odio a los gatos”, así, en castellano, te salen más resultados con los perros. ¿Pero qué sabe de animales un país que permitió que Ángel Cristo tuviera un circo?

Luego están los poetas. Aparte de las chicas solitarias los poetas también suelen tener gatos. Aunque comienzo a creer que los gatos suelen tener poetas. Los poetas, en defensa de sus gatos te citan a Baudelaire, ese señor que iba constantemente fumado de hachís, que por entonces le traían sin cortar y a buen precio. ¿Quién no se acuerda de “el gato negro”, de Poe? Conozco a cientos de personas que no se acuerdan. Pero a lo que vamos, en “el gato negro” el malo era un gato.

Los poetas también te pueden citar a Verlaine, que además de a Rimbaud, tenía un gato. Tengo la teoría (difícil de defender, eso sí) de que Rimbaud era un gato. Francisco Umbral, esa bufanda con señor que escribe desde hace años el mismo artículo en el Mundo y piensa que un día fue Francisco Umbral, también le ha dedicado varias loas a los gatos.

Ah, aquellos días de la posguerra, donde nació el dicho de “darte gato por liebre” y nació por algo. (el “ah” es nostálgico).

Y ahora tengo que enfrentarme a unos cinco gatos ladrones. He decidido acecharlos tras la puerta de la cocina con un vaso de agua fría y tirársela cuando entren. Confío en que al final, puro conductismo, terminarán asociando nuestra cocina con “agua fría”.

Hay días en los que pienso que sería conveniente que dejara el pueblo y regresara ya a Madrid.

pd: en la foto uno de los gatos ladrones al acecho. Los estoy vigilando.

2 comentarios:

Joseóscar dijo...

¡Con la carita tan graciosa y simpática que tiene ese gato-al-acecho-sobre-el-tejado!

¿No vendrán dados todos tus problemas con los felinos por el hecho de que olvidas echarles de comer?

Apiádate de ellos o que Bastet se apiade de ti...

Anónimo dijo...

Estoy pensando que los gatos de tu casa puede que hayan oido hablar de "Ratatouille" y quieran también aprender a cocinar. No van a ser ellos menos que sus eternos enemigos los roedores.