Yo hice la mili de alférez en Bilbao, y en la cantina había un cartel que decía: “ a quien muere por la patria lo recoge la inmortalidad”.
Yo le dije al comandante que allí debía haber una errata:
-Mi comandante, ¿no debería poner que lo recoge la mortalidad?.
Acabé dos días en el calabozo, claro.
Jesús Mosterín, en “eps”
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