miércoles, julio 07, 2010

Imaginarse ballenas no es tan difícil




Al comienzo de “El Principito” el narrador cuenta que una vez hizo el dibujo de una boa que se había comido a un elefante pero los mayores sólo veían un sombrero.

Imaginarse una boa que se ha tragado un elefante parecía entonces un prodigio sólo al alcance de un niño. Pero ahora he descubierto que hay países enteros que imaginan, por ejemplo, ballenas.

Se está celebrando en Marruecos la reunión de la Comisión Ballenera Internacional, que estudia levantar la moratoria de la caza de ballenas. Japón, que quiere acabar con la moratoria, ha conseguido el apoyo de Mali. En Mali dicen que las ballenas esquilman sus bancos de pesca. La cuestión es que Mali, como se puede ver en el mapa, no tiene mar, y por lo tanto debe andar escaso de bancos de pesca y peor de ballenas, a no ser que tengan ballenas de agua dulce en alguna laguna. (Por cierto, "alguna" y "laguna" tienen las mismas letras. Tonterías que descubro).

Tal vez lo que tienen en Mali es hambre, que desarrolla la imaginación, tanto que te permite soñar con inmensidades como mares y ballenas. Y corrupción para recibir regalos de los japoneses, como "masajes con final feliz". Y la corrupción también ayuda a imaginar. Si no miren el caso de la autovía de Ibiza, la gélida Ibiza, para la que unos políticos imaginaron nieve que no hay y compraron tres camiones quitanieves por un millón y medio de euros. Los camiones no aparecen, como la nieve.

Lo malo de todo esto es que no sólo serán los malienses quienes imaginarán ballenas. Si esto sigue así pronto tendremos que imaginarlas todos.

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